Somos o no.

¿Somos personas sustitutas?

Esa es la pregunta que ha estado rondándome como cuervo en el cielo gris, destacando sus alas negras como la noche, tratando de atraparme como si yo fuera tan solo otra presa...

¿Es que acaso, vengo después de algo?... Debo decirlo, siempre fui el plato de segunda mesa con respecto a todo... y me convencí de ser una sustituta en esta vida...

Cuando me enamoro, hay una Alejandra o bien Gabriela y también una Paz... quizás siempre estuve entre las cuartas y eso no me impresionaba, si dolía... pero no me causaba ningún tipo de sorpresa, estaba acostumbrada...

Soy una persona sustituta... como el correo, o un simple cable del teléfono, que une a dos personas decididas a no escuchar sus voces... Me hacen preguntas... ¿Cómo esta?... ¿Por qué no dejan el orgullo y me dejan vivir mi vida? mantenerme al margen de todo, viviendo mi propia sonrisa, que no sé cuando perdí...

¿Fué un sábado en donde dijiste: es cierto, ya no sonríes...?

Si, creo que si... ¿en qué momento perdí lo que me caracterizaba? ¿en qué momento sustituí mi sonrisa por una de papel roto y cartón forrado?

Soy una persona sustituta, a la cual requieren para crear culpas en otros y en mí...

¿Fue un Viernes que me dijiste: llámala, que te extraña tanto, siempre fuiste su regalona? ¿No pensó en el daño que me haría al tratarla así? ¿No pensó en su regalona? ¿Pensó en la niña que correteaba por su casa y creía tantos cuentos de su vida? ¿acaso pensaron en mí, el día en que decidieron tratar de manipularme? No contengo las lágrimas ahora...

¿Dónde esta mi sonrisa?

¿Dónde esta mi yo verdadero?