Noche de Desvelo

Oscura y silenciosa, el suave viento recorre cada rincón de la saturada habitación, que hace algunas horas, estaba llena de luz... sentada en el borde de la cama matrimonial, completamente desnuda miraba la pared descubierta y desprovista de recuerdos. Y es que había quitado todo tan solo para no tener que recordar momentos que más que hacerla feliz, la hacían sentir increíblemente vulnerable...

No había noche en que no se desvelara luego de todo lo que paso...

¿Qué paso? se preguntaban aquellos que no la conocían, ý otros respondían : Murió Papá... y era ahí donde comprendían el dolor que debía estar pasando la pobre Muriel...

"Muriel, Muriel... todos vivimos pérdidas, debes comprenderlo, no estas sola, mi amada Muriel..." le decía él, mientras ella trataba de conciliar el sueño. Pero no podía, no podía cerrar los ojos puesto que si lo hacía la imagen de Papá entraba y no se iba, la miraba como si de verdad estuviera ahí...

Lavaba la loza, día Martes a las siete, la espuma cubría sus manos blancas mientras sus lágrimas saladas de mezclaban con el agua que salía del grifo, la radio prendida le entregaba la angustiosa melodía que la recorría todos los días, recordándole a Papá, tiró el plato y corrió a apagar la radio, sin embargo, no llegó a su destino, pues Papá la miraba directamente a los ojos con esa sonrisa que tanto le gustaba y que la llenaban de esperanzas... murmuró palabras imposibles de entender para cualquiera, pero no para Papá, pues él le entendía todo... vio como se acercaba, y acariciaba los cabellos dorados que caían fijos sobre su rostro y hombros, incapaces de lograr algún movimiento... le sonrió de nuevo.

"Me extrañas ¿verdad?" le preguntó Papá, con esa figura imponente pero con la sonrisa amable, y fue así como Muriel sonrió luego de días de no hacer ningún gesto.

"Si... no sabes cuánto..." le dijo con la voz clara.

"Estarás bien..." le dijo afirmando con convicción.

"¿Cómo lo sabes?" pregunto Muriel.

"Porque te conozco Muriel... no paso mucho tiempo cuando Mamá te dejo, y te recuperaste" dijo.

"Pero ella y yo, estuvimos juntas mucho tiempo... contigo, fue tan poco, Papá... fueron años... pocos años... y te fuiste..." reclamándole su ausencia.

"No, Muriel... estuvimos juntos toda una vida, yo nunca dejé de amarte y tú tampoco a mi... estarás bien... sonreirás de nuevo, y sabrás a ayudar a los demás con tu dolor..." sonriendo y sin más se fue, dejándola sola en frente de la radio, la angustiosa canción aún no terminaba, y fue ahí... cuando Muriel pudo llorar la pérdida de Papá.

"No me dejes, Papá... no me dejes sola... regresa..." arrodillada en el suelo, con la espuma en sus manos y la canción terminada, Muriel.. durmió.