Me consumo lentamente... No escucho más que el silencioso camino de mi cuerpo quemándose; el lamento suave de mis cabellos desaparecer de la tierra me es indiferente, ya no siento... me desvanezco tiernamente, solo miro a mi alrededor, albergando miles de esperanzas que serán regadas en un futuro cercano con el polvo de mi cuerpo.
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Ahora te propongo, librarme de semejante dolor al mirar como todo se va, como todo viene, como ya nada está... Ya no siento miedo, la libertad que me es entregada como un regalo, el cual en el momento en que lo reciba tendré que retribuir, me hace sentir llena de una seguridad que hace años no sentía, y que siendo clara y honesta, nunca tuve...
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Desaparezco como un cigarrillo, como ceniza, como labial, como sombras y luces... desaparezco para volver algún día.
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