jueves, junio 18, 2009

Over and Over (8)

Al fin en Santiago.
::
Después de una semana de amor simple e intenso al Valparaíso arraigado en mi mente (en la micro sonaba Chinoy con Valpolohizo, y cada vez que la escucho le encuentro más razón a este joven de Placilla), llego a la cuna sin oxígeno que es mi ciudad. Nublada pero tibia, sin la lluvia que me habían prometido hace algunos días. Me despido de quienes viajaron conmigo y camino hacia las baldosas del terminal Alameda, la música ahoga mi cuerpo, diversas canciones provocan diversas sensaciones y "la señorita libertad.../ llega más guapa que ninguna" se puede palpar a mi alrededor, lo sé, yo la siento.
La gente... echaba de menos a esta gente, a la rota, la descosida, la miradora en menos, ¡se nota tanto la diferencia entre la gente de Valparaíso! ¡tanto! ¡amo tanto a Valparaíso! ¡amo tanto a Santiago!... Respiro... silencio musical.
::
Llego a las calles conocidas y todo parece cambiar, las hojas marchitas resuenan y vuelan a mi lado, toco, nadie responde... abro molesta por la supuesta ausencia de la cálida caja de recuerdos, pero el ruido me distrae de mi enojo y el abrazo cálido de quien es mi padre me hace sentir mejor. Es bueno estar en la mitad de tu hogar... juntarte con la mitad de tu vida, y sonreír al escuchar un "te extrañé mucho".
::

No hay comentarios.: