Monocromática

18... Sé que hace frío afuera, pero por minutos siento que el invierno se ha marchado para darle un lugar a la primavera, que por primera vez ansío que llegue... solo para sentir el sol tibio, solo para gozar de mis gafas y de chalecos ligeros.

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No me siento perdida, solo estoy cansada... ¿cansada de qué? solo respiro y miro el techo; la televisión me parece solo una gama de colores en movimiento que no calman mis ganas de salir a disfrutar de una primavera que no ha llegado... aún... aún...

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Y es que el otro día pensaba que nuestro beso había sido perfecto; y abrazada a mi misma recordaba lo que había sentido: tus manos alrededor de mi cintura, tu labios besando con delicadeza los míos, tus ojos cerrados, tu calor...

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Dejaste de ser utópico, dejaste de ser una mera fantasía creada por la mente de una casi adulta... hasta que la realidad golpeó fuerte donde tu mismo habías acariciado antes...

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Estaba recostada en mi cama, mirando la nada, recordando tu abrazo y beso apretado... mientras que tú, habías llegado a un lugar donde el cuerpo de tu mujer te esperaba en una cama de dos plazas; quizás ella te miró y sonrió agradecida de tu regreso, mientras yo le murmuraba al viento que no lo hicieras... (que egoísta, alejarte de lo que amas...) quizás, esa noche recorriste su cuerpo lentamente, le hiciste ese amor de cónyuge, quizás dijiste su nombre suavecito, quizás te fuiste con ella a un cielo apartado, donde mi nombre no existía... quizás... No, no es un quizás, es un volviste a ser utópico... a pesar de todo, volviste a ser lo mismo de antes, y es mejor así... Porque el anillo no tardará en llegar, y yo quedaré pagando por algo que desde un principio no quise comprar, pero que tú, metiste en mi bolso tal cual vil ladrón...

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Me gustan tus miradas, se que tratas de descubrir que pienso, se que intentas adivinar lo que diré, sé que esperaste un "sí" sincero... sé que quisiste besarme de nuevo... pero yo no soy de nadie, no soy tuya como alguna vez me reclamaste en tu borrachera de semana, y que por más que hayas dicho que tu y yo alguna vez estaríamos juntos... en la vida y en la muerte, destinados de todas formas... No soy de nadie, y tus vaticinios (que me gustarían fueran ciertos) no se cumplirán... ¿qué más puedo decir?

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