Te congelo... te guardo, para poder recordar luego lo anterior vivido, tenerte cerca fue cambiar un poco la vida, doblarle la mano al destino y a un Dios que no existe, salvo en lo más oscuro de tu alma...
Vivo el presente contigo, siento todo lo que hay que sentir, de pensarte a no tenerte, de besarte a abrazarte... de sentirme viva a transformarme en una muerta...
¿Cuán imperfecto puedo volverse todo?
Y albergo el miedo, una vez más...
Si, siento todo lo que hay que sentir...
me pregunto, ¿por qué te fuiste? pudimos habernos conocido más, quizás no hubiéramos perdido el contacto de nuestra amistad, quizás, la seguirías amando a ella y yo me contentaría tan solo con verte feliz... no sabes cuánta falta me hace ahora...
¿qué no me animo a decirte? no, esa no es la pregunta... la pregunta es ¿por qué no me animo a verte? ¿a qué le temo? De seguro me encontrare con la gente que tanto te amó, que tanto daño te hizo.. si, aún la culpo... no sé por qué...
Si, aún la culpo por tu ausencia, por tu pérdida, por tus alas...
No quiero que desaparezcas, por mucho que te reclame el que no estés...
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