Entre la espada y la pared.

¿Por qué siento que hay cosas que no compartes conmigo?

¿Por qué te empecé a querer? ¿cómo? ¿cuándo?

¿Por qué te necesito?

¿Por qué me siento tan egoista y amenzada por su presencia?

¿Por qué tan insegura con los pasos ya dados?

¿Por qué cuando pienso en ti, se me contrae el estómago?

No lo sé... y lo más extraño de todo, es que por ahora... no necesito saberlo...

Por cierto... te regalo un pedazito de mi, para que lo coloques en un lugar de tu corazón, donde más te duele y donde mas lo necesites, para que sane pronto, y pueda volver a ocuparse de nuevo...

Lo cierto es que... también he regalado pequeños lazos, que nunca me han sido devueltos... y ¿sabes qué? tengo miedo de perderlo todo...