domingo, enero 07, 2007

Decir Adiós.


Y es que alguna vez, todos han tenido que decir adiós...
Pero ella no estaba acostumbrada a decirlo, tenía que despojarse de todo lo que había tenido y comenzar una vida nueva, llena de altibajos, de emociones, frustraciones, alegrías, y había luchado tanto por la que tenía...
Miró el cielo enrojecido, tal cual carmín, abrió los brazos en un signo de libertad y persiguió cada estela de viento negro con los ojos cerrados, mientras que sin dejarse caer por completo, el suelo se acercaba a ella...
A medio levantar recordó todo lo acontecido, llantos, risas, suspiros y develos... ¿es qué todo había sido mentira? ... A pesar de haberlo vivido, no lo sentía parte de ella, y por esa misma razón, había decidido empezar de nuevo... pero el miedo la inundaba, no había parte de ella que no se sintiera poseída por el deseo de querer romperse entre cristales, porque era mucho más fácil que seguir con una vida que no sentía... que nunca había sido de ella...
Y así fue como despojándose de las falsas alas y de todo manto del pasado, soltándose el cabello para sentir la libertad de nuevo, se dejo caer...
Despertó en la camilla de un hospital luego de tres días en estado de coma, sus médicos tratantes le habían sanado todas sus heridas... su cuerpo lleno de cortes, parecía sanar de a poco, y ya no sentía tanto dolor como las primeras horas despierta...
Los psicólogos y psiquiátras no había abandonado su habitación, tratando de descubir el motivo del porqué una joven que lo tenía todo, había intentado suicidarse, y ella tan solo había respondido mirando el techo...
"No era mi vida..."

No hay comentarios.: