"Ojos azules, no llores, no llores, ni te enamores"

La caída de mis pasos, son entonces mis labios sobre los tuyos,

que sangrantes y voluptuosos se entregan a otro, y no es por el calor de mi cuerpo - dijiste sonriendo- es por el amor que guardo en mi alma. ¡Ay! que le entrego el corazón ¿es que acaso no te basta?

No - dije con pasión - no me es suficiente, mi falso amor...

_

Hace meses juraste que me amabas ¡Ay Dios Mío! ¿qué te pasó? Mentiras y más mentiras, eso gritaste y yo, como tonta ilusa decidí aceptarte... ¡qué tragedia ésta, de no resultar amado!

_

Y ni aún así cargo conmigo tus pecados... ¡porque pecaste, traicionero! ¡y tus errores y lamentos se irán con ella! ¡que ya no te quiero! ¡es más, te alejo! ¡que no me dañas, que no te amo, que sí te quiero, que no te vayas! ¡que te quiero!

¡No, no me escuches! ¡largate, vete con ella!

_

Y sin más te alejaste, caminaste erguido y enamorado, mi corazón hecho trizas con sus pedazos tirados... ya no digo nada, que te he perdido, ya no siento nada, te has ido...