
Te miro pacientemente, rehuyes de mi acariciando el vaso de cerveza entibiada, no soporto que no me mires, no soporto que no seas capaz de decirme las cosas como son, que sea yo, una vez más, como siempre, quien juega por ti, quien tira tus cartas, quien te ve como eres... harta de ser yo y tú... y tú tan solo de estar.
Suspiro cansada, detonante para que te percataras que mi vaso se había acabado, que estaba presa del aburrimiento, y que era tu momento para expresar lo que por dentro te quemaba.
- Te engañé - lo dijiste, por segundos temí que fuera mi imaginación, pero no, lo habías hecho, y lo dijiste tal cuál lo pensabas, sin anestesia, sin agujas, sin primaveras como aquella que nos unió
- Eso creí... - susurré.
- Lo lamento - no podía ser más falsa tu disculpa, no podía ser tan aberrante oírla de tus labios, y yo no podía ser tan ingenua en ese momento de creerla. - no sé, cómo pasó, solo sé que... al hacerlo me di cuenta de lo que de verdad siento, y esto me carcome...
- Tan solo dilo, y ahorrémonos otra botella de cerveza ¿quieres?
- Me enamoré de ti, y me cansé de tu juego de no decirlo, de no sentir lo que yo quiero. Me cansé de no poder decirte que iría contigo a la luna me-
- ¿Te estas escuchando? - pregunte con una mueca - me acabas de decir que me engañaste, y luego me amas, y que finalmente yo tengo la culpa... ¡francamente!
- ¡Pero es la verdad! ¿quieres que te mienta? - apaga el cigarrillo con fuerza, veo el tic en su mejilla, imperceptible para tantos, no para mi.
- ¿Sabes? Lo hubiera preferido... - Me río, que inconsecuente soné, segundos atrás pensaba en que era mejor la verdad, ahora, no la quiero, que se la lleve, que se aleje. Me acomodo en la silla, y sonrío - Debes de tener claro que... "la gente como nosotros... solo se va al infierno"* - me levanto y sonrío triste. - Yo también te amo... - camino.
No miro atrás, todo se vuelve calipso, y me doy cuenta que no era tan fácil saber que todo solo era un tango...
* P.Palma.
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