Me apena ver como el tiempo pasa, ver como disfruto de la vida manteniendo tu recuerdo vivo en mi mente... Siempre me preguntaré el porqué de tu ausencia, el porqué de tu marcha. A veces creo (en realidad, casi siempre) que no había motivos para que te fueras, pero henos aquí, recordándote cada ocho de febrero... cada vez que nos juntamos tu nombre revolotea cerca de nosotros... tus sonrisas se imprimen a nuestro alrededor, y siempre reímos de tus locuras, como también se llenan nuestros ojos de esa pena que nadie quiere demostrar, porque todos sabemos que estás en un mejor lugar... dónde, a pesar de habernos abandonado llevándote un pedacito de felicidad, eres feliz...
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Me gustaría que alguien nos hubiera regalado un día más contigo... me gustaría que supieras que siempre estás en mi corazón, que aunque el tiempo pase y yo aún no sea capaz de ir a verte, seas capaz de perdonarme por no haber estado... Mi amigo... siempre te querré, siempre te amaré, aunque no estés más aquí... aunque no pueda escuchar tu voz una vez más, y aunque no tenga el mensaje que me dejaste... ¿Sabías que te irías? ¿Por eso le escribiste a las personas que querías? No lo sé, déjame pensar que solo lo escribiste para sacarte algo del pecho y seguir llevando recuerdos, que no era una despedida y que solo... solo querías escribir...
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Por otro año más... te quiero amigo...
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