Carta a los que no están.

Queridos que no están||: Mis más gratos abrazos y saludos para ustedes, desde la cotidiana y rutinaria Tierra. Es mi deber comunicarles desde mi estancia terrenal, nunca inmortal, que los extrañamos aquí... que el tiempo pasa y pareciera que todo avanza como si nada hubiera ocurrido, pero, Amados que no están, sabemos que no es cierto, pues imaginamos dolorosamente qué diremos cuando entremos a sus habitaciones y no los veamos ahí, y lo digo porque aun lo pensamos cuando atravesamos el dintel de quien nos dejó, lamentablemente, primero. Pensamos en qué diremos cuando crucemos las puertas de la casa gritando: ¿dónde está quién nos dejó? y el simple recuerdo aterrador, de algo que aún no sucede, nos tortura... Escuchamos canciones, nos movemos con ligereza, nos pega el sol y sentimos que aun están físicamente entre nosotros, mas no es cierto...viven en cada uno de nuestros corazones,y sin embargo nos gustaría que dejaran de vivir ahí por momentos, para abrazarlos y besarlos infinitamente.|| No puedo sino agradecerles el hecho de haber sido parte de nuestras vidas, por amarnos y cuidarnos, desde lejos y de cerca, por mantener nuestros sueños e ingenuidades infantiles vivas, pese a nuestro crecimiento, y por sobre todo, por enseñarnos, de lejos y de cerca, el significado de la vida, del amor, de la familia...|| Queridos que no están, esto no es despedida, es simplemente un grito desesperado al cielo, para el recuerdo eterno de ustedes que ya no están. || Ayer, mientras despedíamos a quien no está, dijeron que entre ustedes en un pasado de veinticuatro años hacia atrás, que no se enamoraran de la imagen y presencia de un bebé, pues el bebé crecería y haría su vida... no es del todo mentira, mas, tampoco es del todo verdad... Agradecemos que se hayan enamorado, y lamentamos el hecho de crecer, pero la vida es así en todas sus etapas y nos ha costado entender que no es culpabilidad lo que sentimos, sino la vida misma y la madurez del tiempo... || Anhelados que no están, espero estén teniendo una estancia maravillosa donde quiera que estén, que velen por su propio sueño eterno, que jueguen, que se conozcan jóvenes y se amen como antaño. || Se despiden, los que quedamos.