Porque ahora que lo pienso.

No sé si alguna vez encuentre todo lo que busco… Vivo una crisis de identidad que me hace bajar a los lugares más recónditos del mundo; donde no sé si soy yo a quien espero o es otra persona que traiga mi vida; y es así como me doy cuenta que a veces no me conozco en lo más mínimo. No sé… últimamente no sé nada, no sé diferenciar mi felicidad de mi tristeza, no sé como comportarme a tu lado y no sé qué hacer al lado de los demás… Ayer, alguien me pidió disculpas por no estar, ayer sentí que mi mundo era una mentira, que todo lo que conocía, que todo el amor que me entregaron, que todo lo que yo daba, era mentira; mentira por qué ya no sabía qué era lo cierto… A esa persona le respondí, que no importaba, que su ausencia, de nuevo, no iba a causar problemas, que mis gritos de angustia, serían considerados berrinches de niña, y que por esa razón, no lloraba… Me dijo que él no pensaría eso y que lamentaba no estar… Ahora te digo que nunca estuviste, pero que aún así, seguías a mi lado; pensaba que tú no querrías que yo llorara… que tenía que ser fuerte, que vendrían muchas más ventiscas como ésas, que yo era tan solo… humana, y que debía enfrentar a todos aquellos que quisieran ponerse en mi camino… pero mi pregunta es ¿cuál es mi camino…? Siento que no sirvo para lo que quiero ser, que, todo lo que soy es una farsa, porque no soy lo que quieren, porque no seré lo que esperan de mi… a veces tan solo quiero desaparecer y creer que podré estar en un lugar mejor, que… a pesar de todo, yo no tengo la culpa de todo esto, y que supero mis problemas, pero… Cómo una vez alguien me dijo, siempre olvidaba cerrar la puerta. Que yo superaba, que yo creía, pero que, como mi puerta seguía abierta yo iba a volver a caer… Y tiene razón. Quizás no lo logre… quizás, de verdad no me mereces… quizás, eres tan buena, que yo no lleno las expectativas y que de verdad lamento que estés cansada… tienes razón es mi culpa, sigo viviendo en aquella burbuja que me construiste; esa burbuja de sobre protección con la cuál me cubriste y que ahora no puedes quitarme… De verdad, lo lamento tanto, me duele tanto el corazón, el alma, el cuerpo; a veces trato cambiar ¿sabes? Trato de cambiar por todos aquellos a quienes desagrado, a quienes preocupo, a quienes daño… Una vez cambié por mí, me sentía bien, feliz, libre… pero notar que todo se fue, fue lo que me hizo darme cuenta, de nuevo, que no soy lo que merecen los demás… quizás los que me quieren, no se darán cuenta que lo hicieron a punta de golpes, que, me vieron tantas veces que… decidieron tomar el camino sano… Me causa gracia que después me preguntes por qué me siento como basura, por qué me odio y me daño tanto.
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Hace no menos de treinta minutos comencé a escribir lo que sentía, hace no menos de treinta minutos comencé a llorar, hace no menos de treinta minutos comencé a escuchar una canción que me daña tanto como me hace fuerte… hoy me siento desafortunada, sola… Y sé que la belleza, se transmite del interior… pero hoy… hoy no siento nada más que mi respiración y el sonido de mis dedos cayendo por el teclado en sonidos vacíos y solitarios… porque tal como yo, ellos suenan solos…